El suelo radiante se ha convertido en uno de los sistemas de calefacción más eficientes y que más confort proporcionan. Al tratarse de un sistema de baja temperatura, se consiguen grandes ahorros combinándolo con sistemas de generación de calor eficientes.
Emplea una temperatura de impulsión de agua muy baja (30-45ºC) con respecto a los sistemas tradicionales de radiadores (70-75ºC).